
Lavar la ropa de cama
Para lavar la ropa de cama, sepárela de otras prendas para evitar que se dañe por fricción. Utilice agua fría o tibia y un detergente suave adecuado para tejidos delicados. No utilice suavizantes y dé la vuelta a las sábanas de lino para evitar que se enganchen. Evite sobrecargar la lavadora y utilice quitamanchas naturales para las manchas difíciles. Cuelgue o extienda la ropa de cama en posición horizontal para que se seque y evite la luz solar directa. O séquela en secadora a temperatura baja.
Planchado de ropa
Planche la tela de lino mientras aún esté ligeramente húmeda para facilitar el proceso y evitar que se arrugue excesivamente.
Utilice una temperatura de planchado entre media y alta, ya que el lino puede soportar altas temperaturas.
Planche siempre la ropa de lino por el revés para evitar dañar el brillo y la textura naturales del tejido.
Al planchar, utilice un paño de presión o una toalla de algodón limpia para proteger la tela del calor directo y evitar marcas de quemaduras o decoloración.
¿Cómo quitar manchas de la ropa de cama?
Para manchas pequeñas, puedes intentar remojar la tela en una mezcla de agua y detergente o usar agua carbonatada para lavarla. Si eso no funciona, puedes aplicar jabón de vajilla y frotar suavemente la mancha hasta que desaparezca, luego lava la ropa de cama como de costumbre. Para manchas más difíciles, puedes espolvorear bicarbonato de sodio y vinagre sobre la tela y secarla con una toalla de papel para absorber la humedad.
¿Y cuál es la mejor manera de guardar la ropa?
Para evitar el moho, asegúrate de que la ropa de cama esté completamente seca. Como el lino es una fibra natural, requiere ventilación, por lo que es preferible guardarlo en espacios frescos, secos y bien ventilados, lejos de la luz solar directa. Evita usar bolsas de plástico, cajas de cartón y baúles de cedro para guardar la ropa de cama. En su lugar, opta por bolsas de lino o reutiliza fundas de almohada viejas.